LA PALOMA


Décima a una paloma.

Sentir la naturaleza 
es un regalo divino
que me ha traído el destino
pues en mi jardín empieza.
Hoy he visto, con destreza,
a una paloma volar;
quería recolectar
para su nido ramitas,
y a sus crías pequeñitas
así poder anidar.

Beatriz Barragán Fernández © 7/5/2024 ✍🏻 🇪🇸
LICENCIA CREATIVE COMMONS

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A NUESTROS MAESTROS


Hace unos días, estaba yo charlando con mi compañera Carmen Azparren, poeta, compañera de mi grupo de décimas «DÉCIMAS ENTRE AMIGOS» y se me vino a la mente una de mis profesoras de primaria, la señorita Cristina.

Esto llevó a una conversación en décimas entre cuatro miembros de la comunidad de amigos, que me echan una mano en la administración /moderación del grupo, de donde, en un abrir y cerrar de ojos, surgieron éstas décimas «Unas palabras para nuestros profesores»

Pero yo me quedé con ganas de más y le escribí éstas décimas a mi profesora.

Caricatura de Beatriz Barragán

La Señorita Cristina

Ella era una gran señora 
elegante y educada,
siempre iba maquillada,
mi querida profesora.
No puedo negar, que ahora,
la recuerdo con cariño
pues ella supuso un guiño
en mis ganas de aprender,
con su esfuerzo y buen hacer:
Al resultado me ciño.

Hace ya unos pocos años
de esto que estamos hablando;
estaba yo recordando
como ella hablaba, segura.
Gracias a ella, mi cultura
se engrandeció, con el gusto
por lo perfecto, y es justo
que le rinda este homenaje.
Ella fue un gran personaje
con un criterio robusto.

Delicada en el lenguaje,
con excelente dicción,
y mejor pronunciación
era excelsa, sin ambage.
Ella llenó mi equipaje,
que traigo hasta nuestros días.
Me proporciona alegrías
saber escribir con juicio
de lo que me beneficio
componiendo mis poesías.

Beatriz Barragán Fernández © 19/4/2024
licencia creative commons

ODA AL AMOR EN SOLTERÍA


1990/2023

Respeto a tope la idea

de ser feliz el casado

mas creo que es denostado

el soltero porque sea

feliz como él mejor crea.

No es óbice el matrimonio

y a veces es manicomio, 

no da la felicidad

ni es una necesidad, 

yo fui infeliz de casada

y ahora soy divorciada

y adoro mi «soledad».

Soledad en los papeles 

que no me tienen que atar

a nadie por un altar

ni por sernos «siempre fieles». 

En lo amargo y en las mieles 

yo disfruto del amor, 

no debo ningún favor

por haber sido «adquirida». 

En mi ser llevo una herida 

que me produjo un esposo

maltratador y orgulloso 

y no me sentí querida.

Crié en soledad a tres hijos 

orgullosa de mi misma, 

yo soy mujer de carisma 

y de principios muy fijos. 

Conozco los entresijos 

del amor y el desamor, 

no me conquista una flor, 

soy valiente y muy valiosa; 

trabajadora, amorosa, 

alegre, perfeccionista, 

de mi vida la guionista

y soy soltera orgullosa.

Me casé con veintitrés 

en julio, tarde lluviosa, 

era yo joven y hermosa 

pero aquello fue un traspiés. 

No opines lo que no ves 

ni generalices nunca, 

pues el amor se nos trunca

aunque pienses que es perfecto. 

En todo hallamos defecto

si lo queremos buscar 

y no nos vamos a amar

porque lo diga un prefecto.

El amor es otra cosa 

que no trae el casamiento 

y no es un mandamiento, 

casarse, puede ser fosa. 

Fosa común, con la losa

de estar para siempre juntos

aunque descubramos puntos 

discordantes en el otro, 

que, desbocado cual potro, 

arrasa como el de Atila, 

todo tu ser aniquila 

y tu yo se vuelve esotro.

Si tú te amas a tí mismo, 

es mandamiento primero, 

yo quiero porque me quiero 

y no caigo en el abismo

del dolor por «idiotismo». 

El amor es algo enorme;

no quiera que me conforme

por que lo diga un papel, 

no quiero, para ser fiel, 

que me lo den por escrito. 

Lo que yo más necesito 

es disfrutar junto a él.

Tuve parejas distintas 

después de aquella experiencia 

y yo le digo, a conciencia, 

que nada de medias tintas. 

A todos amé, y extintas

quedaron mis ilusiones 

pues después de las pasiones 

se borraron compromisos. 

Y es que, amores imprecisos, 

no quiero para mi vida, 

pues, herida tras herida 

aprendí a leer los visos.

Cuando amé mi soledad 

y disfruté de mi misma 

la vida adquirió otro prisma

y atraje sólo bondad. 

Y esta es hoy mi realidad:

quiero al más bueno de todos

los hombres, que por sus modos, 

no me hubiera conquistado, 

pero él sí me ha entregado 

su corazón, que es de oro, 

él me trata con decoro

y así es que me ha enamorado.

Es digno y digno de mí 

pues con dignidad me trata,

su ternura desbarata

cualquier duda que sentí.

Me quiero sentir así 

cada día de mi vida

enamorada y querida

en una sana igualdad 

respeto y fidelidad 

sin que papeles ordenen

mis anaqueles, o llenen

mi vida de seriedad.

Finalizo aquí esta oda

a mi amor en soltería 

y esto es pura tontería 

pues vivo mi vida, toda, 

bajo el techo, mas sin boda. 

Amo y respeto a este hombre 

y no necesito el nombre 

de esposa, porque lo soy

y lo digo porque doy

lo que se le da a un esposo, 

con pasión y sin reposo

desde ayer, mañana y hoy.

Beatriz Barragán Fernández © 30/8/2023

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LO ABSURDO DE LA GUERRA


Bandera de Ucrania

El camino se trunca aquí, se tuerce, 

en eternos momentos sin aliento, 

cuelga el mundo de sí, como un lamento, 

que grita estrepitoso y se retuerce. 

Grito amargo y doliente, por honesto, 

que recuerda, tan cruel, al mundo entero 

la rabia contenida y lo «molesto» 

del dolor de unos cuantos al acero. 

Huir, llorar, penar de desaliento, 

ante tanta ignorancia de arrogantes 

humanoides, llamados comandantes.

Desembocan mil ríos de ansiedades, 

corrientes de personas, que aterradas, 

a un mar desconocido son lanzadas.

Beatriz Barragán Fernández © 26.11.2022 

Volar


Saber quien es esa persona que te eleva a ese que llaman el séptimo cielo, pero que no está tan lejos, sino entre vosotros, en vuestros cuerpos, en las más pequeñas células de vuestra piel.

Sentir que esa mirada te penetra a la vez que vuestras lenguas se debaten en esa lucha placentera y que de ellas y del fondo de vuestra garganta saldrán, como despedidos por un impulso irrefrenable, todos esos íntimos deseos que comparten en público secreto las neuronas más traviesas que habitan vuestras mentes.

Volar, dejar volar, flotar los cuerpos, conscientes, pero livianos, porque obedecen a todas esas neuronas y sólo sentís vuestra mente en esos momentos, y vuestras neuronas gobiernan vuestra mente y se hacen fuertes e irrefrenables en sus deseos, a los cuales no os podéis, ni debéis, resistir ni oponer, porque cada fracción ínfima de tiempo que no disfrutemos ya no vuelve, ya es pasado y el pasado no se disfruta, sólo se puede recordar.

Y bien sea el séptimo o el primero (de los cielos), hay que dejarse elevar, vivir cada experiencia enriquecedora, loca, audaz, frenética, sexual, sensual, vivir con cada neurona y cada átomo de vuestro ser.

Desechar lo malo y aprender lo bueno, volar sobre lo malo y hacia todo lo que para nosotros y nuestras sensaciones sea positivo. Sentiros bien, en definitiva…¡Volar!

Volar y quedaros con esa sensación que se tiene en los buenos momentos de que podemos disfrutar y que tenemos ese poder de ser felices y estar por encima de TODO. 

Beatriz Barragán Fernández Ⓒ 9.06.2020

VOLAR. Ilustración en rotuladores calibrados.
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