LO ABSURDO DE LA GUERRA


Bandera de Ucrania

El camino se trunca aquí, se tuerce, 

en eternos momentos sin aliento, 

cuelga el mundo de sí, como un lamento, 

que grita estrepitoso y se retuerce. 

Grito amargo y doliente, por honesto, 

que recuerda, tan cruel, al mundo entero 

la rabia contenida y lo «molesto» 

del dolor de unos cuantos al acero. 

Huir, llorar, penar de desaliento, 

ante tanta ignorancia de arrogantes 

humanoides, llamados comandantes.

Desembocan mil ríos de ansiedades, 

corrientes de personas, que aterradas, 

a un mar desconocido son lanzadas.

Beatriz Barragán Fernández © 26.11.2022 

QUIERO ESCRIBIR UN CUENTO DE ESPERANZA.


Quiero escribir un cuento de esperanza 

pero el miedo y el dolo no me dejan,

aunque ellos mismos son los que se alejan

de mis caminos allá en lontananza.

Cuando es que yo me empeño en mi añoranza

entonces mis deseos se reflejan

y aquí en mi corazón dejo que tejan

fuerte el sentir que augura la bonanza.

No hay anhelo de mí que me acobarde

luchando en cuerpo y alma contra el viento

jamás quiero sentir que soy cobarde.

No puedo permitirme ni un lamento,

ni obstáculo o excusa que me aguarde

jamás impedirá, al final, mi cuento.

Beatriz Barragán Fernández ⓒ 21.05.2020

ILUSTRACIÓN DEL SONETO «Quiero escribir un cuento de esperanza»

Os dejo una serie de fotografías del progreso hasta llegar a la ilustración final.

BULO


BULO

BULO - Ilustración del soneto del mismo nombre.
BULO – Ilustración del soneto del mismo nombre.

Cada día montones de mensajes 

nos atacan sin nada de decencia,

aprovechan de algunos la inocencia

que se creen lo que leen sin ambages.

Pues es que se cometen más ultrajes

a través de los medios con licencia

ignorando los términos de ciencia

en muy reproducidos reportajes.

Tenemos que ser cautos, no ir al «huerto»,

poniendo entre comillas contenidos

no dejando de ser muy precavidos.

Los “bulos” nos rodean, eso es cierto,

así pues no escuchemos su concierto

no será que no estamos advertidos.

Beatriz Barragán Fernández Ⓒ 8.5.2020

TRISTE


TRISTE - Ilustración del soneto del mismo nombre.
Triste

Aunque, siendo muy “triste” lo que está aconteciendo en estos últimos meses a causa del coronavirus, las muertes, las pérdidas económicas, de empleo, etc…, se ha constatado fehacientemente que los niveles de contaminación han caído en picado debido al estado de alarma y el consiguiente confinamiento y parón en la actividad industrial, así como en el tráfico, tanto de vehículos como de barcos y aviones. 

Así mismo y en consecuencia, la fauna y la naturaleza en general, han disfrutado de un respiro, aunque “tristemente” será breve, ya que en el momento en que los humanos volvamos a nuestra “nueva normalidad”, esta “tristeza” *(contaminación) volverá a adueñarse de TODO.

Es por eso el uso reiterado de la palabra “triste”, tanto en el título como en las rimas de este soneto.

TRISTE

Las nubes nos observan, gesto triste,

y es fugaz su mirada de esperanza

después de pocos días de esta andanza

volverán a mezclarse en humo triste.

Y su hermana, la luna, mira triste

y es que tiene una sublime añoranza,

que la luz se refleje, de su panza,

en azul cielo y no en grisura triste.

Y el pájaro que allí en su rama trina

jalea a la paloma, su vecina,

y olvida aquellos días, negros, tristes.

¡Qué lástima! Que todo sea reflejo

de un mundo que se mira en un espejo

y en breve volverá a sus días tristes.

Beatriz Barragán fernández © 7.5.2020

POR VIVIR A MI LADO NO PAGASTE


Por vivir a mi lado no pagaste

ni el más mínimo peaje, compañero,

no hablo en absoluto de dinero,

la fe que puse en ti la traicionaste.

Fuiste un sueño liviano y pasajero

pesadilla de mi alma a ti entregada,

sufrir como cambiaste de jugada

apostando a equipaje más ligero.

De aquellos compromisos adquiridos

te despediste, consciente, a la primera,

pasando del ensueño a la quimera.

Y amores convertidos en olvidos

nos tuvieron un rato entretenidos

a cambio de olvidar la vida entera.

Beatriz Barragán Fernández © 1.5.2020

GUERRA MODERNA


Un mes en nuestras casas confinados,

cuidándonos del rey que está ahí afuera,

viendo pasar la vida por la acera,

penando por los muertos no llorados.

La tremenda pandemia ha “alborotado”

a la “clase” política, que alberga,

esperanzas tan falsas que, en su jerga,

de curvas, picos y EPIS han contado.

Y aquí el común de todos los mortales

aguanta como puede, confinado,

mirando a través de los cristales.

Cómo sus vidas han hipotecado

al interés de un virus coronado

que va dejando muertos a raudales.

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Y estamos aplaudiendo en los guiñoles

al ejército verde de hospitales

que con armas escasas y retales

alzan nuestra bandera de españoles.

Caen presos de ese rey que nos gobierna

a golpe de matanzas inmorales,

nos defienden, mas no son inmortales,

escudos  de papel, guerra moderna.

Derrocar a este rey absolutista

es la lucha que por Semana Santa

mantiene hoy desierta la autopista.

Y en el balcón la resistencia canta;

tenor, rockero y hasta cupletista,

a ver si majestad se nos espanta.

Beatriz Barragán © 12.04.2020