Volar


Saber quien es esa persona que te eleva a ese que llaman el séptimo cielo, pero que no está tan lejos, sino entre vosotros, en vuestros cuerpos, en las más pequeñas células de vuestra piel.

Sentir que esa mirada te penetra a la vez que vuestras lenguas se debaten en esa lucha placentera y que de ellas y del fondo de vuestra garganta saldrán, como despedidos por un impulso irrefrenable, todos esos íntimos deseos que comparten en público secreto las neuronas más traviesas que habitan vuestras mentes.

Volar, dejar volar, flotar los cuerpos, conscientes, pero livianos, porque obedecen a todas esas neuronas y sólo sentís vuestra mente en esos momentos, y vuestras neuronas gobiernan vuestra mente y se hacen fuertes e irrefrenables en sus deseos, a los cuales no os podéis, ni debéis, resistir ni oponer, porque cada fracción ínfima de tiempo que no disfrutemos ya no vuelve, ya es pasado y el pasado no se disfruta, sólo se puede recordar.

Y bien sea el séptimo o el primero (de los cielos), hay que dejarse elevar, vivir cada experiencia enriquecedora, loca, audaz, frenética, sexual, sensual, vivir con cada neurona y cada átomo de vuestro ser.

Desechar lo malo y aprender lo bueno, volar sobre lo malo y hacia todo lo que para nosotros y nuestras sensaciones sea positivo. Sentiros bien, en definitiva…¡Volar!

Volar y quedaros con esa sensación que se tiene en los buenos momentos de que podemos disfrutar y que tenemos ese poder de ser felices y estar por encima de TODO. 

Beatriz Barragán Fernández Ⓒ 9.06.2020

VOLAR. Ilustración en rotuladores calibrados.
licencia creative commons
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CORAZÓN


¿Cómo sería el amor, cuando nunca nos doliera?

¿Tal vez sería mejor, o perdería su esencia?

¿Querríamos con más ganas, sin reparar en las penas?

Esas que vemos flotar, como si de almas en pena

se tratara, al iniciar, una aventura (cualquiera).

Quizás resulte trivial, denominarlo “aventura”

pero visto a estas alturas, que el “amor” no tiene cura,

tal vez de una enfermedad, se trate, quizás locura.

Entrar en tratos con él, había querido cordura,

por enseñarle a vivir con calma y con mesura.

Resultó inútil de nuevo, una vez más, Corazón,

volvió a sufrir a sus anchas, sin aprender la lección,

pues era un bravo guerrero que vivía con pasión

y sin hacer caso alguno de cualquier indicación

al amor fue fiel primero y luego a la decepción.

Beatriz Barragán Fernández 25.05.2020

CORAZÓN. Ilustración a mano alzada con rotuladores calibrados.

Os dejo una pequeña galería con la evolución del dibujo. Espero que os guste.

ESCRIBIENDO A DÚO – LA HISTORIA DE BALDUINO Y LARISSA


La presente historia nace de una experiencia de escribir a dúo que parte de la comunidad de Google+  ALMAS DE BIBLIOTECAS Y CINES, y está escrita en colaboración entre Beatriz Escribe y Alberix Zeta y con ella participamos en el concurso Escribir a dúo de EL CÍRCULO DE ESCRITORES

Las partes de texto que figuran en color negro corresponden a la aportación de Alberix y las que figuran en color azul son las escritas por Beatriz.

LA HISTORIA DE BALDUINO Y LARISSA. 

En aquella linda mañana, Larissa, la hermosa golden retriver dormía profundamente. De pronto, su inquieto hocico comenzó a moverse: el aroma de gato era muy penetrante. Se levantó lentamente y pudo verlo de cerca: era Balduino, el orgulloso gato blanquinegro que caminaba empujando hacia arriba una de las flojas tablas de la cerca. Sigue leyendo