Si un día consiguiera que tu amor no fallase
si entendieras por fIn y al menos te importase
y si fallarme, al menos, un poco te doliese
ya nunca insistirías en que me equivocase.
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Si el daño que me hiciste con tus absurdos fallos
por, de alguna manera, intentar yo nombrarlos
se tradujera empero, en lograr enmendarlos
daría yo por bueno el dolor de probarlos.
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Si entre tanta desidia y entre tanta desgana
hubiera algún deseo de salvar nuestra cama
aún sería posible esta cruel amalgama
de idas y venidas para no lograr nada.
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Pero siempre te olvidas y vuelves a la carga
y vuelve a suceder esa jornada amarga
y de tí no me cubre ni la más grande adarga
y este cruel desamor infinito se alarga.
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Si pudiera decirte cómo tú me fallaste
que aunque tú me importaste gran dolor provocaste
si supiera expresarte como tú me marcaste
hoy sabrías al menos que tú te equivocaste.
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Pero hoy sé que tú no paras a pensar
tu voz es la última que se ha de escuchar
callando siempre huyes y vuelta a acabar
con razones vacías porque eso no es amar.
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Para cada disputa, para cada añoranza
había siempre un peso fuera de la balanza
y en tu favor yo, inerme, partía una lanza
pero al fin traicionaste cualquiera confianza.
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Y un dolor incrustado al centro de mi panza
nos impide bailar una más bella danza
ya que este muro enorme delante se nos alza
y un paso más atrás lo nuestro siempre avanza.
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Quizás si hubieras visto que yo no era cualquiera
te hubieras comportado de alguna otra manera
pero es esa vagancia que en tu interior impera
la que siempre te impide mirarte desde fuera.
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Crees que eres invencible, que nada te supera
tú pasas por encima, como aquella quimera
con ese lanzallamas que prende en cruel hoguera
la que fuera la chispa que un dia en mi prendiera.
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Tú te ríes de todo, te reíste de ti
te metiste en el lodo para nunca salir
y ya no hay ningún modo de que esto siga así
te reíste de todo, pero ya no de mí.
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Si a tI te gusta y quieres puedes vivir así,
yo ya lo he decidido no sufriré por tI.
¡Qué lástima, que poca empatía conseguí,
que nunca tú entendiste que amar no era así!
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Beatriz Barragán Fernández Ⓒ 19.5.2020



