¿Y porqué no?
Por qué otras manos no te pueden acariciar igual.
Por qué otros ojos no te pueden mirar igual.
¿Y porqué no?
Por qué otras manos no te pueden acariciar igual.
Por qué otros ojos no te pueden mirar igual.
Amarte sin condición
es mi regalo, te quiero
acompañar con esmero
sin que sea rendición.
Si el cielo que nos ve, que es el mismo,
se abriera en un momento para verte,
me subiría en la nube más lejana,
para llegar volando a tu encuentro.