Son unas gotas saladas
que sin querer se derraman
de nuestros ojos escapan,
pueden ser tristes o alegres
y de emoción se acompañan.
Llora triste, llora alegre,
que las lágrimas no dañan
y te ayudan a expresarte
cuando los labios no hablan.
Las lágrimas son hermanas
del corazón y del alma
nos ayuda derramarlas
si una pena nos abraza.
También en las alegrías
son de la carcajada aliadas.
¡Esta vez si que son sanas!
¡Ríete y llora con ganas!
Beatriz Barragán © 03.09.2015