En esta ocasión vamos con prosa , un relato inspirado en la imagen que lo encabeza, propuesta por el anterior ganador del concurso «Arma una historia basada en una imagen» de la COMUNIDAD DE GOOGLE+ Almas de bibliotecas y cines. Me he atrevido con relato, a ver que les parece a mis compañeros de concurso. 😉
La mañana anterior habían emprendido su tradicional viaje anual a la granja escuela los sesenta alumnos de 5º curso de primaria de la escuela pública del barrio. Iban contentos, sus mochilas cargadas de ilusiones y con ganas de disfrutar de aquella semana en contacto con la naturaleza.
En el otro extremo de la ciudad, Alberto, un joven y exitoso ingeniero, recibía la tan esperada llamada del Hospital Central. Padecía una lesión de corazón, que, según los últimos estudios, no le permitiría aguantar más de seis meses sin un trasplante. Aquella llamada le avisaba de que se presentara de inmediato en el servicio de trasplantes, pues su tan esperado corazón estaba en camino y sería inminente su intervención, pues el donante estaba en la misma ciudad.
Meses antes, los padres de Víctor habían entrado en contacto con la unidad de trasplantes de órganos de su ciudad, el mismo Hospital Central, pues su hijo padecía una enfermedad rara que le aquejaba desde su nacimiento y decidieron, junto con Víctor, de 10 años de edad, pero perfectamente consciente de su delicada situación, que donarían sus órganos para salvar a otros cuando llegara el momento.
El autobús transitaba por la carretera N-V en dirección a la granja escuela cuando una de las profesoras que acompañaban a los niños fué alertada por el mejor amigo de Víctor de que este no se sentía bien. Se dirigió hacia el asiento del niño y le encontró pálido y con dificultad para respirar.
Sus padres ya sabían y eran conscientes del delicado estado de salud de Víctor, pero habían acordado, dado que ya se había agotado cualquier posibilidad de cura o tratamiento, que el niño disfrutase de la excursión a la granja escuela junto con sus compañeros.
Cuando la maestra avisó a la madre de Víctor, esta inmediatamente cogió las llaves del coche dirigiéndose hacia el negocio familiar en busca de su marido. Realizó el trayecto de unos 15 minutos en coche con el corazón en un puño y los ojos vidriados por las lágrimas, hasta que al llegar a la fábrica y encontrarse con su esposo ya no pudo contenerse y, abrazándose a él, rompió a llorar desconsoladamente.
- ¡Es Víctor! ¡Es Víctor!
Balbuceó entre sollozos.
Mientras se desplazaba hacia el Hospital Central, con la camisa color verde esperanza, que su esposa le había regalado para su último cumpleaños, Alberto iba pensando en el cambio que su vida podría experimentar si aquello salía bien. Ya en las proximidades del Hospital, escuchó en el aire el sonido inconfundible del batir de las hélices de un helicóptero, que casualmente trasladaba a Víctor hasta el hospital.
Siempre se había preguntado quién le devolvería la oportunidad de seguir viviendo si es que llegaba aquel momento, pero nunca pensó que se trataría de un alma tierna e inocente la que tuviera que dejar este mundo para concederle a él la posibilidad de aquél trasplante.
Las normativas de donación y trasplantes del Hospital Central prohibían que, tanto los familiares del donante, como el receptor, supieran cual era el origen y destino de los órganos en ningún caso.
Cuando entraron en el hospital, los padres de Víctor se acercaron al mostrador de recepción avisando de quienes eran, cuando, justo a su lado escucharon a un hombre que preguntaba:
- ¿Por favor, pueden avisar al Dr.Esquivel?
- Me han llamado de la unidad de trasplantes para decirme que viene en camino un corazón para mí.
Con el dolor dibujado en sus caras, los padres de Víctor se miraron y, derrumbados por completo, se fundieron en el más doloroso de los abrazos que se darían jamás.
Beatriz Barragán © 08.10.2014
Gracias Gema, Kike y Jana Morgana. Bienvenida a Beatriz Escribe .
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Extraordinario relato, mis cálidas felicitaciones, querida Beatriz.
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Muy amable Federico, muchas gracias.
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Gran relato, Beatriz; profundo y emotivo.
Muy interesante el enfoque que le diste a la imagen.
¡Abrazo!
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Gracias Federico, me alegra que te guste. Esto es lo interesante de este concurso, ver cómo cada uno interpreta la imagen. Es muy enriquecedor.
Un saludo,
Beatriz.
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¡Suerte en el concursoooooooooooooo!
Quería darte una noticia:
¡Te he nominado para el Versatile Blogger Award!
¿Quieres saber más? ¡Pasa por aquí!
http://emocionesencadenadas.wordpress.com/2014/10/08/llueven-halagos-encadenados/
¡Nos leemos!
Un saludo,
Gema Albornoz
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Muchísimas gracias Gema, ¡¡¡está en ebullición esto de los reconocimientos en estas últimas semanas!!! es el tercer Versatile que me llega, encantada de recibirlo, pues significa que apreciáis mi trabajo. En cuanto tenga un ratito redacto el artículo de agradecimiento.
Un abrazo.
Bea.
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Excelente, Breatriz, el mensaje de tu relato es contundente, lo que es malo para algunos, puede ser beneficioso para otros y más cuando se trata de la vida. Te felicito por tu incursión en la narrativa la cual te quedó muy buena, a pesar de que te sientes más cómoda con los poemas. Celebro tu esfuerzo y el resultado fue este genial relato. Suerte!
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Gracias Alonso, me alegra que te haya gustado. Como bien dices me siento más cómoda con la poesía, por eso incluí el toque final con esa décima que recoge todo el significado del relato. Un abrazo Alonso.
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Uffff, conmovedor! !! Vaya relato que te has marcado Beatriz, mucha suerte en el concurso. ..abrazos
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Gracias Kike, a ver si con este tengo más suerte en el concurso, aunque la competencia es importante…. Un abrazo.
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Me gustó el enfoque que le diste a la imagen, un drama socia, un destino bueno y malo dependiendo de para quien juegue a su favor. El detalle del color de la camiseta de Victor es excelente. Mucha suerte Bea, abrazos.
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Gracias Ale, la verdad que por ahí Ana Lía me parece que decía que tenía cara de malo y a mi me parece que tiene cara de pena, de contrariedad, ¿no sé?. La verdad es que cuando ví la imagen me pareció difícil hablar de una persona, pero el detalle de la camisa verde me dió la idea total para el relato, ya que yo siempre relaciono el color verde con esperanza. Me alegra que te gustase. Un abrazo.
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Meca Bea!!!! ¡Qué sentido es! La doble moral de la historia es brutal. ¿Es bueno o malo? Es enorme la historia. Hace reflexionar sobre la vida, la muerte y el azar. Un abrazo
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Gracias Ana Lía, me alegra que te haya gustado. Aunque también he escrito algunos relatos y otras cosas en prosa, ya sabes que mi fuerte es la poesía, así que si os gusta ya me doy por satisfecha, estoy deseando ver la impresión de los otros. ¡Un abrazo!
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